Trolo Profesional
| Tema: Los TT de combate americanos Miér Mar 03, 2010 10:03 am | |
| Los TT de combate Del garaje al frente El ejército estadounidense debe renovar paulatinamente sus vehículos militares y, para ello, nada mejor que aprovechar la estructura y tecnología de los todo terrenos y pick ups de las grandes marcas norteamericanas, que, de esta forma, al mismo tiempo que se llenan los bolsillos, aportan su dosis de patriotismo.
El 11 de septiembre de 2001 dos aviones chocaban contra el World Trade Center de Nueva York y algo cambió en el mundo. La sensación de inseguridad se extendió a todos los rincones del planeta y el principal país afectado por la catástrofe, Estados Unidos, se dio cuenta de que su seguridad no era tan grande como había pensado. Así, los presupuestos militares se dispararon y el ambiente belicista fue “in crescendo”.
Los principales fabricantes de automóviles, sobre todo los tres grandes de Detroit (General Motors, Ford y DaimlerChrysler), no han querido perderse su parte del pastel y, gracias a un programa del Gobierno, tienen la oportunidad de optar a producir parte de la nueva remesa de vehículos militares. El número de unidades no es demasiado elevado, unas 100.000, frente a lo que anualmente producen estos consorcios, pero la imagen de servicio a la patria y defensa de los Estados Unidos es, en estos momentos, un gran aporte publicitario. Pero, antes de centrarnos en la situación actual, es necesario mirar hacia atrás y recordar los antecedentes de la cooperación entre automovilísticas y ejército estadounidense.
Los Jeep, los primeros Tenemos que remontarnos al comienzo de la II Guerra Mundial, en 1939, para datar las primeras colaboraciones entre ejército e industria. En esa época, el Estado Mayor, visiblemente impresionado por el uso de los transportes alemanes en la "Blitzkrieg" o “guerra relámpago”, decide hacerse con un vehículo que posea cualidades off road destacadas, tracción a las cuatro ruedas, una capacidad de carga mínima de 270 kg, una habitabilidad para tres soldados, una altura respecto al suelo superior a la convencional para afrontar con mayor solvencia el vadeo de los ríos, un peso máximo de 540 kg y una velocidad máxima de, al menos, 80 km/h.
Para lograrlo, convoca un concurso en 1940 al que se presentan tres compañías: American Bantam, Ford y Willys-Overland. La última se lleva el gato al agua y consigue la concesión de los popularmente conocidos como “jeeps” (oficialmente se denominaron “truck reconnaissance 1/4 ton. 4x4”), que sirvieron al ejército hasta hace un par de décadas.
El fracaso del vehículo civil y la llegada del HMMWV
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En los años 80, llegó la hora de la jubilación de estos vehículos y el Ejército empezó a buscarle un sustituto. Para ello acudió al trío de fabricantes de Detroit (General Motors, Ford y DaimlerChrysler) a los que compró una remesa de todo terrenos y pick ups que sirvieran a sus tropas en las luchas que mantenían en los desiertos del sudoeste asiático.
La idea resultó desastrosa. El ejército simplemente había hecho una serie de leves modificaciones en su estructura respecto al modelo que se vendía al público: el cambio más notable era el camuflaje con el que se los había dotado. De esta manera, estos vehículos mostraron sus carencias ante terrenos adversos y se prescindió de ellos por su excesiva “blandura”.
Así, se produjeron los HMMWV (acrónimo de High Mobility Multipurpose Wheeled o Vehículo de Alta Movilidad y Fines Múltiples). Por la fabricación de este modelo pugnaron AM General y Chrysler Defense, y, finalmente, la primera logró la licencia ya que fue la primera en satisfacer los requerimientos del concurso. El HMMWV, Humvee (como era conocido por las propias tropas) o Hummer (como estaba registrado comercialmente por su fabricante), fue como una bendición para la plana mayor del ejército estadounidense, ya que era un vehículo que podía desempeñar diferentes funciones, como la del transporte de tropas, de armas, centro de comunicaciones, ambulancia, etc.
El Hummer contaba con chasis de acero y carrocería de aluminio y fibra de vidrio y montaba un motor V8 Diesel de origen General Motors que, con una cilindrada de 6,2 litros, ofrecía una potencia máxima de 150 CV y una velocidad máxima de 105 km/h. Con un tanque de combustible de 92 litros de capacidad, posee una autonomía de 482 km y, gracias a su potencia y cualidades ruteras (tracción total a las cuatro ruedas y suspensión independiente de doble brazo con resortes helicoidales reforzados y amortiguadores hidráulicos) puede superar pendientes de hasta un 60 por ciento de inclinación (lo normal es un 45), inclinaciones laterales del 40 por ciento y zanjas de 76 cm. Además, es capaz de cargar con más de 2,5 toneladas, que era lo que pesaba en vacío; así puede montar gran cantidad de armamento: ametralladoras, cañón lanza granadas y sistema de lanza misiles.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Entre sus características técnicas, también se puede destacar un sistema de inflado automático de los neumáticos ante pinchazos (que le posibilita circular a 45 km/h durante 32 kilómetros) o el blindaje especial que lo hacía muy resistente ante explosiones de pequeña y media intensidad. A mediados de la década de los 80 se convirtió en el todo terreno oficial del Ejército y de la Marina. Como curiosidad hay que señalar que se lanzó a la venta una versión civil del mismo que se vende en la actualidad con gran aceptación entre los norteamericanos.
Inspirándose en el HMMWV, surgió el VAMTAC (Vehículo de Alta Movilidad Táctico), que han adquirido las Fuerzas Armadas españolas. Este modelo fue presentado en el Salón Internacional de la Defensa Terrestre y Aeroterrestre de 1998 y, por ser más moderno que el HMMWV, mejora sus prestaciones y cualidades dinámicas. Así, equipado con un propulsor Diesel turboalimentado de 163 CV y pesando “sólo” 1.500 kg, su velocidad máxima se eleva hasta los 130 km/h con una autonomía de 600 km. Su suspensión es independiente a las cuatro ruedas por paralelogramos deformables, muelles helicoidales, amortiguadores telescópicos y barra estabilizadora; lo que le permite un gran recorrido y superar pendientes frontales de hasta un 70 por ciento de inclinación y laterales de hasta un 40 por ciento. Como el HMMWV, puede equipar todo tipo de armamentos, diferentes tipos de blindaje y neumáticos con sistema centralizado antipinchazos. Existen también planes de fabricar una versión civil.
ero el tiempo pasa y el HMMWV norteamericano necesita un sustituto, ya que, como hemos visto con el ejemplo español, su tecnología ha quedado algo obsoleta. Para este cometido, ha surgido una organización: el Centro Nacional del Automóvil (National Automotive Center o NAC, en inglés). Este departamento del Ministerio de Defensa estadounidense sirve de enlace entre el ejército y la industria automovilística a la hora de fabricar automóviles militares. Entre sus principales funciones está la de estudiar y “vampirizar” cierta tecnología que se usa en automóviles y todo terrenos convencionales y adecuarla al estamento militar.
Contra el terrorismo Fruto de esta colaboración, tenemos varios ejemplos de la labor de este organismo en los últimos años. El NAC creó en 2001, unos meses antes de los atentados contra las Torres Gemelas, el prototipo SmarTruck, un vehículo que incorporaba gran parte de los “gadgets” que vemos en las películas de espías. Desde el Centro Nacional del Automóvil no se niega esta relación: “De hecho, la idea sí salió en parte del concepto de James Bond. ¿Cómo podíamos tener esta tecnología en las películas y no la poseíamos para nuestros soldados?”, reflexiona Dennis Wend, director ejecutivo de NAC.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Dicho y hecho. El prototipo, que tomaba como base un pick up convencional (un Ford F-350, exactamente), estaba más enfocado a la lucha antiterrorista. Así, no podía usarlo cualquiera, ya que para acceder a él se tiene que pasar ante un identificador de huellas dactilares. Para evitar sorpresas desagradables, cuenta con cámaras de infrarrojos en el exterior que ofrecen al conductor una visión de 360 grados y le permiten circular a oscuras; y, si hay que despistar “a los malos”, el SmarTruck puede lanzar cortinas de humo, aceite e incluso clavos. También se incluyen luces que pueden regular su intensidad hasta incluso llegar a cegar a los oponentes, carrocería y cristales blindados, GPS, y una serie de armamento como cañón láser o lanzagranadas.
Si el SmarTruck se quedó en mero concepto, su reedición, el SmarTruck II, se producirá en breve. Éste, con motor híbrido y partiendo de la plataforma de un Chevrolet Silverado, servirá para acciones anti-terroristas y para el apoyo a misiones militares y humanitarias. A lo que ya ofrecía su predecesor, el SmarTruck II une un cañón que rocía pimienta para disolver manifestaciones, lanzador de misiles, puertas cargadas con alto voltaje y un telescopio de alta potencia que, según sus creadores, “puede contar el número de diamantes insertados en un anillo a una distancia de 40 kilómetros”.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Buscando nuevos vehículos El NAC también es responsable del programa COMBATT (Vehículos Tácticos con Origen Comercial) que pretende aprovechar la tecnología de la que hacen uso GM, Ford y DaimlerChrysler para adecuarla a vehículos militares y, con ello, ahorrar costes y contar siempre con los últimos avances.
De este programa, que busca la sustitución paulatina del citado HMMWV, han surgido vehículos militares como los modificados Ford F-350, Dodge Ram y, más recientemente, el Chevrolet Silverado.
El “F-350 militar” cuenta con una mayor capacidad de carga (hasta 5.715 kilogramos), una suspensión endurecida, absorbedores de impactos de alta resistencia, amortiguadores de aire suplementarios y un sistema de inflado automático anti-pinchazos. También la presión de los neumáticos se ajusta a la carga y a las condiciones del terreno y, gracias a un endurecimiento de la carrocería, se evita la corrosión, lo que le permite actuar en temperaturas extremas.
El Dodge Ram y el Chevrolet Silverado que usará el ejército estadounidense cuentan además con un motor de pila de combustible que los confiere una gran autonomía y los hace invisibles ante les detectores de calor de los lanza misiles.
El uso de la pila de combustible en vehículos militares puede ser beneficioso para la industria automovilística y para el usuario, ya que el ejército puede pagar más por esta tecnología y “popularizarla”. No hay que olvidar que muchos de los grandes inventos de este siglo los desarrolló el estamento militar; si no, pensemos en los microondas, los mandos automáticos de las puertas de los garajes o el mismísimo Internet.
Texto: Antonio Corral extraido de : [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] |
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Cabronet El Puto Amo
| Tema: Re: Los TT de combate americanos Miér Mar 03, 2010 1:24 pm | |
| Deja que me quite el casco....Buenas fuentes de novedades, y como no un placer el recibirlas, gracias Trolo. |
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Patról150 Administrador del Foro
| Tema: Re: Los TT de combate americanos Miér Mar 03, 2010 2:00 pm | |
| Grandisimo Trabajo Trolo, ultimamente no paras tio, sigue ese ritmo y no nos abandones tio. Un abrazo!!!! |
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