Suzuki Vitara Adventure

Aficionado

Siguiendo los pasos de otros fabricantes, Suzuki nos presenta una preparación de fábrica para optimizar las aptitudes de su todoterreno Grand Vitara. Lo probamos en Toledo y esto es lo que nos ha parecido este 4x4.

Antes de entrar en harina, deberíamos ponernos de acuerdo en qué es y qué no es el Grand Vitara. No se trata del todoterreno más radical y especializado del mercado. Con el tiempo, los todo terreno como el Grand Vitara se han ido edulcorando para satisfacer al público mayoritario. Pero mantiene su ADN y en Suzuki han decidido hacer una preparación para esa minoría que aún quiere –queremos- vivir la aventura. La preparación que en Suzuki han realizado no es una de esas “ultra-trialera-radical-alta –como-un-camello” sino que han optado por potenciar el coche en un ámbito mucho más asequible a todos sin renunciar a la practicidad: Es todo un rutero.
Los responsables del proyecto no dejaron de insistir en que la premisa principal es la fiabilidad y la usabilidad del coche, por lo que se ha renunciado a sobreelevaciones que pueden comprometer la estabilidad, o a soluciones técnicas más o menos arriesgadas o agresivas, como potenciaciones y similares. Para lograr ese objetivo se han centrado en tres aspectos: las suspensiones, unas buenas protecciones, y ruedas. Amortiguadores y muelles son ahora más altos y recios para soportar el peso extra del winch y la fatiga en pista caliente, como pasa en el desierto. También cuenta con limitadores de extensión. Las protecciones han sido diseñadas y fabricadas especialmente para este coche, de hecho, las de la unidad que probamos eran las artesanales de las que han sacado el molde para fabricar en serie. En duraluminio de 6 mm, están pensadas para dejar que el coche resbale el máximo posible sobre los obstáculos. Las definitivas irán obviamente perforadas para mejorar la ventilación –que ahora se nos antoja algo justa- y también es de suponer que los tornillos serán cónicos y enrasados. Por último, las ruedas montan neumáticos Cooper Discoverer ATR en medida 235/65R17, que ofrecen un buen compromiso entre efectividad en campo y seguridad en asfalto, además de tener una rodadura relativamente silenciosa.

Dinámica mejorada

Probamos la preparación sobre la base DDIS de chasis largo, por otro lado la más indicada en caso de querer afrontar un viaje, digamos que por el desierto. Primero comprobamos sus capacidades en off-road en un circuito preparado al efecto. Y no es que esta preparación mejore espectacularmente las capacidades de franqueo del modelo original, pues no es mucho más alto y no dispone de bloqueos, además me aventuraría a decir que al ser más recio de suspensiones tiende a levantar la patita con cierta facilidad, pero las protecciones nos permiten afrontar los obstáculos de forma muy diferente, con más confianza y echando mano de la inercia, si fuera menester. El resultado, es que hacemos zonas trialeras con más confianza y menos riesgo, aunque echando de menos una reductora más corta. Misión cumplida. Además, siempre nos queda el winch. La segunda parte de la prueba resultó más interesante. Una pista rápida con algunos tramos realmente deslizantes por gravilla y un buen par de baches, además de los habituales, nos ofreció una idea bastante aproximada de lo que es capaz de hacer el Adventure. Es en pista donde realmente se nota el trabajo de Suzuki. El tacto de la dirección resulta algo pesado, pero es explicable fácilmente al montar unas ruedas ligeramente más anchas y sobretodo, por el peso extra del winch y las protecciones. Aún así es sorprendente su estabilidad direccional en suelo con un mínimo agarre. Las suspensiones se muestran sanamente firmes y cuesta fatigarlas, incluso con temperaturas veraniegas. Ello nos permite mantener un buen ritmo sin ir sufriendo por el cárter en cada socavón. La contrapartida es que el confort de marcha puede resentirse un poco si lo comparamos con el del modelo original. Para ser francos, dudo que el Grand Vitara de serie pueda alcanzar el ritmo que llevamos con el Adventure. Simplemente no te atreves porque sabes que vas a empezar a hacer topes y a golpear el coche. En resumen, una preparación sencilla y bien orientada a un uso más “raider” que nos vendrá a costar unos 2.500€, aproximadamente.

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EL COSTE DE LA FIABILIDAD (PRECIOS APROXIMADOS)
Protecciones
Plancha cárter: 145,20 €
Plancha cambio: 130,20 €
Plancha transfer: 128,60 €
Plancha radiador: 95,60 €
Plancha diferencial trasero: 84,70 €
Plancha escape (5p): 142,50 €
Suspensiones y amortiguación
Muelles Mabilsa +4cm: 253,40 €
Amortiguadores Koni delanteros: 242,51 €
Amortiguadores Koni traseros: 227,59 €
Cinchas limitadoras: 221,20 €
Neumáticos
Cooper Discoverer ATR: 797,50 €
Total sin iva: 2.469,00 €

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El Puto Amo

"Para ser francos, dudo que el Grand Vitara de serie pueda alcanzar el ritmo que llevamos con el Adventure."

Pues no se,pero con esa altura y esas gomas pasara por donde no pase el de origen por el cabestrante

Administrador del Foro

Esta claro que toda ayuda para mejorar un todo terreno siempre es buena, sus capacidades serán sin duda mejor que las del modelo de serie, y estéticamente tambien gana mucho.

Aficionado

Esta foto se la voy a enseñar a mi Vitarilla, a ver si se le pega algo