Después de que los Estados Unidos entraran en guerra contra Alemania en abril de 1917, se alcanzaron una serie de acuerdos para que las grandes factorías norteamericanas pudieran aprovecharse de la experiencia británica en diseño y fabricación de carros de combate, a fin de producir carros para ambos países. El resultado fue el Tanque Modelo VIII, llamado “Aliado”, “Internacional” o “Libertad”, cuya producción en masa fue cortada por la llegada del armisticio.
El carro se diseñó como un carro pesado con vistas a las grandes ofensivas previstas en Francia para 1919 por un comité anglo-norteamericano bajo la presidencia del teniente coronel Albert Stern (británico) y el comandante Drain (norteamericano). El carro era fácilmente identificable por su gran longitud, aunque su apariencia general era la de los carros romboidales británicos de la época, aunque incluía muchas mejoras fruto de la experiencia acumulada. La más importante era la completa separación de la cámara del motor del compartimento de la tripulación por un mamparo, lo que para la tripulación reducía el temor al fuego de un incendio y el sistema de ventilación permitía mantener una presión ligeramente superior, con lo que se prevenía la entrada de calor o humos del motor.
Sólo se planeó una versión con cañones. En ningún caso se pensó en una armada sólo con ametralladoras.
El blindaje máximo era de 16 mm (más que el resto de los carros de su época) y el armamento consistía en dos cañones de 6 libras y siete ametralladoras, con una dotación de ocho tripulantes. Con una longitud total de 10,8 metros podía cruzar una zanja de 4,5 metros de ancho. Su peso de 37 toneladas lo hacía considerablemente más pesado que cualquier otro carro, para lo cual se le dotó de unas orugas de 65 cm de anchura, a fin de disminuir la presión sobre el suelo. El motor era de 300 HP, con la particularidad de que los fabricados en EE.UU. usarían un motor de aviación Liberty mientras que los británicos emplearían un Ricardo de doce cilindros en V de igual potencia.
El armisticio acabó con el futuro del carro en acción y con sus planes de producción en masa. Cuando llegó el 11 de noviembre sólo uno se había completado. El casco había sido fabricado en Gran Bretaña y en julio de 1918 fue embarcado hacia EE.UU. para colocarle el motor Liberty y la transmisión, y para realizar las pruebas pertinentes. Al primer vehículo completado en Gran Bretaña se le colocó un motor Rolls Royce, el resto fueron dotados con el motor Ricardo. Sólo se fabricaron siete vehículos británicos.
En EE.UU. se decidió completar cien carros, que fueron construidos durante 1919 por el Departamento de Artillería del Ejército. Sólo se diferenciaban externamente de sus homólogos británicos en pequeños detalles, como la camisa blindada de las ametralladoras, pues los americanos llevaban ametralladoras Browning mientras que los británicos usaban Hotchkiss, o la caseta blindada del conductor y el comandante, que en el caso americano era algo más alta. Estos vehículos fueron entregados a Canadá en 1940 para entrenamiento.