En Brasil, de los años 70 hasta finales de los 80, fue una época donde se desarrolló y debió afianzarse una industria dedicada a los productos para la defensa. En estos años, dentro de un escenario mundial altamente favorable hasta entonces, con la bipolaridad bien presente y una gran disputa por mercados necesitados de equipamiento bélico moderno, una empresa brasileña, Engenheiros Especializados, S.A. (ENGESA), se planteó proyectar y construir un carro de combate brasileño, con premisas tecnológicas inéditas, previéndose una competición con carros de combate ya existentes, en un momento en que la expansión de la electrónica se fundía con la mecánica. En aquel tiempo la espina dorsal de las unidades de carros de combate del ejercito brasileño, era el americano M-41. Guiándose por los requisitos básicos operacionales elaborados por el ejercito brasileño (EB), que sabiendo que no podía sustituirlos por un MBT (Main Battle Tank), por presupuesto y necesidades estratégicas, ENGESA, con una visión mas ambiciosa y percibiendo que podía atender también al mercado exterior inicio un proyecto más sofisticado que la simple sustitución de los carros brasileños.
A esto influyo, el anuncio de renovación del parque de blindados en países como Grecia, Turquía, Abu-Dhabi, o Arabia Saudita, siendo este último el detonante de esa decisión, por los motivos que a continuación se indican. A comienzos de los años 80, el ejército de Arabia Saudita, realizó estudios para escoger un nuevo carro de combate para sus fuerzas armadas, en principio para complementar los existentes, y posteriormente sustituir todos sus AMX-30. Sus primeras evaluaciones los dirigieron según ellos al mejor modelo existente en el mercado que era el Leopard 2, que ya estaba en producción para el ejercito alemán, pues acumulaba una notable experiencia con la producción y puesta en servicio en Alemania y en otros nueve países de 4.700 unidades de Leopard 1 más otras 1.700 en versiones lanza puentes, recuperación, etc. Una vez iniciados los contactos, los sauditas, recibieron una negativa por respuesta, pues el gobierno alemán, no quería vender el carro fuera del ámbito geo-político de la OTAN. La repercusión de la negativa alemana, propicio que se abriera un nicho en el mercado internacional de carros de combate, y Brasil se percato de esto y en concreto José Luís Whitaker Ribeiro, presidente ENGESA la empresa más grande de construcción de blindados en América Latina, fabricante de los conocidos blindados sobre ruedas Cascabel y Urutú. La idea inicial era comprar algún proyecto extranjero, pues la empresa nunca había trabajado sobre vehículos de cadenas, y carecía de personal para retirarlo de otros proyectos y emprender uno nuevo. Se contactó con constructores extranjeros y la Thyssen-Henschel alemana respondió que estaría interesada en negociar con ENGESA, un proyecto suyo denominado Leopard 3. Un equipo técnico dirigido por el ingeniero José Guilherme Whitaker Ribeiro, acompañado de un representante del Instituto de Pesquisa e Desenvolvemento do Exercito Brasileiro, se reunió con la Thyssen. Pero sin resultados, pues el modelo propuesto era simplemente una versión del TAM argentino, que venía a ser una variante del vehículo de combate de infantería Marder. Con ese modelo no había posibilidades de competir con vehículos de la clase del Leopard 2, M-1 Abrams o Challenguer entre otros. Y los alemanes fueron muy claros "o Leopard 3 o nada". Aun así, surge una nueva oportunidad en la misma Alemania por parte de Porsche, que estaba muy interesada en lo que pretendían los brasileños, y estos a su vez aceptan la propuesta de Porsche, por ser históricamente sinónimo de alta tecnología en carros de combate. La comisión regresa a Brasil, con la posibilidad de desarrollar en común, un carro dentro de los parámetros establecidos por el EB. Pero la alegría duro poco, pues el gobierno alemán, no autorizó la participación de Porsche en el proyecto. La dirección de ENGESA continuo persiguiendo el objetivo propuesto, tomando finalmente una decisión que le costaría muy cara, desarrollar el proyecto autónomamente, entrando así en un campo de competición más por países que por fabricantes y en el que la calidad no siempre es suficiente para una victoria comercial. Esta decisión trajo aparejado, que el valioso segmento de blindados ligeros sobre ruedas, siempre en expansión y ya con una cuota de mercado conseguido, fuese relegado en la nueva estrategia de la empresa, destinando sus recursos financieros, tecnológicos y de marketing a este nuevo producto. Con la decisión ya tomada, en primer lugar se fijan las premisas básicas, en base a los objetivos básicos operacionales que marcaba el EB, pues era necesario que asumiese el proyecto para poder ofrecerlo en el extranjero, para empezar había que observar un punto crucial en estas especificaciones, ya detectado cuando se analizaba la opción del Leopard 3, la cuestión del peso, máximo 36 toneladas, límite por debajo del patrón de los carros de primera categoría, que en aquella época, oscilaba entre las 44,5 toneladas de un T-72 y las 62 toneladas de un Challenguer. Esta exigencia, así como un ancho de 3,20 metros, venía marcada por las plataformas de los ferrocarriles brasileños.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]El carro británico Challenger, uno de sus futuros competidores
Los técnicos de ENGESA se adaptaron al ancho, pero con el peso se pusieron como meta las 42 toneladas, por el hecho de que la mayoría de las veces el carro sería transportado en camiones por carretera. Otra importante especificación era la indicada para el armamento principal, donde se ofrecerían dos opciones, una con un cañón de 120 mm, para clientes dispuestos a pagar un precio mayor y otro con un 105 mm (L7/M68) para el EB y países con presupuestos más reducidos. Los ingenieros comenzaron a diseñar el carro en 1982, denominado inicialmente EE-T1, llamado después Osório, nombre del patrón de la caballería del ejército brasileño. Desde el principio, se trabajó sobre un chasis básico y dos versiones de torreta. Todavía había cosas sin resolver, una suspensión de barras de torsión, contactar con fabricantes de motores, transmisiones, etc. Para eso una nueva comisión técnica se desplaza a Inglaterra visitando la Defence Components Exhibición, para ver y contratar componentes y suministradores del nuevo EE-T1. Entre otros, les llamó poderosamente la atención, la suspensión hidroneumática diseñada por Dunlop y utilizada en el carro inglés Challenguer, que tras un largo estudio, fue finalmente la escogida a pesar de alterar el proyecto inicial. Para la transmisión del EE-T1, les ofrecieron dos alternativas, el equipamiento Renk, similar al del Leopard, o el sistema ZF LSG3000, que instalaban los coreanos en su carro tipo 88 y los italianos en el Ariete C-1. La empresa ZF, que contaba con instalaciones en Brasil, acabo siendo la elegida, pues se comprometió a realizar sus transmisiones en su factoría brasileña. Conseguir un motor ya fue una cosa más complicada, se había pensado en el MTU, que portaban los Leopard y que además tenía una factoría en Brasil, pero el coste resulto excesivo para el presupuesto que manejaban, optando finalmente por otra empresa alemana la MWM, y su motor diesel TBD 234 de 1.000 CV, que tenía un precio más aceptable y buenas perspectivas operacionales, aunque no se había probado con blindados.
En esta fase inicial del proyecto, se concretó la necesidad de dotar al EE-T1 de blindaje compuesto. Sabiendo que no se tenía dominada esa importante tecnología se opto por la ayuda externa, aprovechando que técnicos de la empresa estaban en África del Sur, gestionando con la empresa ARMSCOR la fabricación de sus piezas de artillería G5 y G6, la corporación sudafricana, que disponía de un proyecto de ese blindaje, lo ofreció para ser usado en el EE-T1. Una vez estudiado y probado fue aceptado, pero las condiciones políticas sudafricanas del momento no permitieron llegar a un acuerdo final. A estas alturas, ENGESA tenía muy claro que debía continuar el desarrollo del carro y se le encomendó a un grupo de técnicos de la plantilla, dirigidos por dos renombrados ingenieros de esa área, Gerald Cohron y Alan Petit el desarrollo de un blindaje compuesto, para ello, encargaron a la empresa Suiza Oerlikon, un tubo de cañón de 25 mm, para utilizarlo a modo de test en ensayos que fueron realizados en Brasil, en el túnel de balística del Centro Técnico Aeroespacial, utilizando modelos reducidos de blindaje, simularon con las munición de 25 mm los efectos de disparos de 105 y 120 mm, transcurridos seis meses estuvo listo el blindaje compuesto a base de cerámica para ser usado en el arco frontal del chasis y la torre, para otras partes se continuó, desarrollando un blindaje bimetálico mejorando ya uno utilizado en los vehículos Cascabel y Uruto. A principios de 1983 se inicio la construcción, en primer lugar realizando un modelo a escala real y a continuación el primer chasis. La empresa se fijó un plazo de un año para tener listo el prototipo del vehículo. Para ganar tiempo, la compañía se preocupo solo del proyecto del chasis, y la fabricación de las dos torres fue transferida a la Vickers Defence System, en Inglaterra, siempre bajo supervisión técnica de los ingenieros brasileños. En torno al cañón de 105 mm rayado, L7/M58, se diseñó la primera de las torres. Esta pieza era la más utilizada en los países occidentales, estando en fabricación en Alemania, Inglaterra o Italia. Era un arma de excelente calidad, precio asequible, munición de fácil obtención y en fabricación por numerosos países lo que repercutía en costes menores y facilidades de suministro. Para los sistemas de tiro se adoptaron los periscopios belgas marca OLP, el comandante usaba el modelo LRS-5DN con visión nocturna, y para el tirador el LRS-5DNLC, un telémetro láser y computador de tiro, además los espejos de los periscopios estaban conectados mecánicamente al cañón que estaba estabilizado y de esa forma se transmitía su situación a los equipos ópticos. La segunda torre se proyecto en principio pensando en su utilización por el ejército de Arabia Saudita, si bien se tenía pensado ofrecer como opción a cualquier otro país interesado. Esta torre llevaba un cañón de ánima lisa de 120 mm G1, de la empresa francesa GIAT, pues con anterioridad se había barajado la opción de montar el 120 mm L11 británico que era rayado pero su retroceso era incompatible con un carro de combate de 42 t. No se planteó poner armamento alemán, debido a los vetos anteriores al proyecto de Porsche.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Osorio realizando pruebas con el cañón de 120 mm
El tirador contaba con un visor francés de marca SFIM, modelo VS580 VICAS, con visión nocturna y telémetro láser, el comandante contaba con un visor panorámico de 360ª de visión con recursos iguales que el tirador. Se complementaba con un visor panorámico de tiro nocturno fabricado por la Phillips, y monitores de televisión para comandante y tirador, todos los visores tenían estabilizados sus espejos con una precisión de 0,2 milésimas. Respecto al control de tiro, fabricado por Marconi Command and Control System, estaba centralizado en un ordenador de 16 bits y se encargaba de procesar la información recibida desde varios sensores, munición a emplear, dirección del viento, distancia al objetivo, desgaste del ánima del cañón, inclinación lateral, etc. Se le instaló también una "ventana de coincidencia", que analizaba la posición del cañón con respecto a la mira del tirador, pues el cañón debido a su peso estaba estabilizado a 0,8 milésimas, siendo mayor la precisión de los aparatos ópticos, que además no siempre estarían apuntando al mismo punto. Esta ventana conseguía que el disparo se efectuase solo, y que su alineación fuese coincidente con la de los periscopios, factor que posibilitaba un gran acierto al primer tiro. Estos factores intentaban garantizar un alto índice de blancos al primer disparo. El comandante a través de la cámara panorámica, vigilaba el campo de batalla y al localizar un objetivo, apretando un botón gobernaba la torre, podía accionar el telémetro láser y entregar el objetivo al tirador que ya tenía su trabajo parcialmente hecho, pudiendo en caso de peligro efectuar él mismo el disparo. Por seguridad la munición se almacenaba en la parte posterior de la torre, estando construida la parte superior de esa zona con chapa más fina, para que en caso de explosión, saliera hacia fuera. También separando la munición del resto de la torre, incorporaba una puerta blindada controlada por el cargador. Obtenido un modelo a escala, se inicia la construcción del primer prototipo en el segundo semestre de 1983 que estará listo en septiembre de 1984, mientras llegaban las torres fabricadas por Vickers, se fueron realizando ensayos de eficiencia y durabilidad del chasis, así como ajustar los parámetros de la suspensión hidroneumática. En mayo de 1985, se recibe la primera torre y de inmediato se acopla al chasis del vehículo, tras pruebas exhaustivas el 20 de julio, se envía a bordo de un B747 de carga el EE-T1 a Al Fhad, a pesar de no ser representativo de lo que se pretendía ofrecer finalmente, existía un argumento de peso para tomar esta decisión, que era demostrar a los Sauditas que el carro era una realidad, que les ofrecían un carro de combate de primera línea y sobre todo evaluar el vehículo en un terreno totalmente desconocido para la empresa.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Vista en la que se aprecia la forma de la torre. Este Osorio se encontraba realizando su evaluación para el ejército brasileño
Al llegar a Ryhad, coincide con uno de sus rivales el Challenger, que ya había iniciado el periodo de pruebas. El resultado según la empresa fue excelente, salvo unos ligeros defectos de motor, que a la vuelta del prototipo, el fabricante del motor MWM, modificó resolviendo el problema para siempre. Al mismo tiempo el EB, colaboraba en el proyecto aportando ingenieros de su Centro Tecnológico (Ctex), colaborando en su promoción y avalando el carro de combate, algo imprescindible para su venta. El EB, realizó 3.269 km de los cuales, 750 en el campo de pruebas de Marambai, un terreno arenoso cerca de Río de Janeiro, evaluando la movilidad del carro, y realizando 50 disparos de 105 mm, para evaluar la torre y sus equipamientos. A principios de 1986, Vickers entrega la segunda torre con el cañón de 120 mm, que incorpora las mejoras derivadas tras las pruebas efectuadas en el desierto y las del EB. Se instala inmediatamente en el segundo de los chasis comenzando una nueva fase de evaluación, en julio de 1987 se obtiene el prototipo definitivo que ya incorporaba todos los requerimientos para la exportación y los exigidos por los sauditas para poder concurrir al concurso de ese mismo año y al de Abu Dhabi en 1988. Nuevamente se traslada el EE-T1 a Arabia Saudita, donde ya lo estaban esperando los adversarios, Challenguer, AMX-40 y M-1 Abrams, todos ellos fueron tripulados por militares sauditas elegidos por sorteo. Se realizaron 2.350 km, de rodaje de los cuales 1.750 fueron por el desierto, superando trincheras de 3 m de ancho, salidas en rampa del 65%, rodar por rampas laterales del 30%, test de aceleración, frenos, giro (180º), consumo de combustible (41,67% en el desierto y 29,41% en carretera pavimentada), reparación e instalación de las cadenas (10 minutos para la reparación y 20 para la instalación), seis horas de funcionamiento del motor con el vehículo parado, y remolque de un carro de combate de 35 t, marcha atrás a 6 km por hora durante 10 km. En la parte de tiro fueron efectuados 149 disparos, siendo 82 en situaciones de vehiculo y objetivo parado (la distancia mayor fue de 4000 m), vehículo parado y objetivo en movimiento y vehículo y blanco en movimiento (mayor distancia 1.500 m).
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Vista trasera del Osorio
En la parte técnica y de ingeniería el EE-T1 Osorio, respondió plenamente a lo que se esperaba, y quedo finalista con el M1 Abrams, quedando descartados Challenguer y AMX-40, esta decisión fue acogida con gran alegría por los brasileños, pues su carro, había superado en los test al Abrams. Tras los excelentes resultados obtenidos, y con la certeza de tener ganado el concurso, se fue preparando el contrato que contemplaba la construcción de los carros en Brasil, o incluso montar una línea de montaje en Arabia, incluso el precontrato con los Saudíes, contemplaba que por cada 10 vehículos exportados a Arabia se financiase uno para el Brasil, al mismo tiempo, militares saudíes fueron instruidos en la factoría de ENGESA, en tecnología de vehículos blindados. El ejercito brasileño, se involucró todavía más en su apoyo e incluso el ministro de defensa visito a su homologo de Arabia Saudita en varias ocasiones.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Vista frontal del Osorio
Cuando el excelente y millonario contrato parecía concretarse, la cruda realidad reveló las facetas especiales de este tipo de negocios, ENGESA, por ignorancia o desconocimiento no tuvo en cuenta el peso político de Estados Unidos que se hizo con el contrato e incluso ofreció financiación para la compra de su carro, tampoco fue ajena a esta decisión el estallido de la primera guerra del Golfo. En esta situación los perjuicios para la empresa eran irrecuperables, una empresa con tecnología punta, mano de obra de alto nivel, capaz de hacer un trabajo excepcional como fue materializar este carro de combate y en el que había invertido todo, acabaría liquidada. La empresa a cuenta de contratos que tenía con el ejército de tierra brasileño, aun recibió alguna ayuda económica, pero a esas alturas las deudas eran gigantescas y solamente un contrato como el pretendido con Arabia Saudita le salvaría de la quiebra. El final
La falta de visión estratégica, sumado a una incomprensión de la sociedad brasileña y de la clase política que no se preocupo en defender su supervivencia, inicio una larga agonía, que comenzó en 1993 con la suspensión de pagos de ENGESA que se había gastado 50 millones de dólares para el desarrollo del proyecto y todo el conocimiento allí desarrollado fue literalmente deshecho, su utillaje vendido como chatarra, su biblioteca reducida a papel picado y vendida al peso, incluso el EE-T1 cabeza de serie para Arabia Saudita cortado a soplete y vendido como chatarra. Con la desaparición de ENGESA, el ejército brasileño, perdió las esperanzas de ver sus unidades blindadas equipadas con un carro de combate nacional, comparable a los mejores existentes fuera del país, y convirtiéndose en un usuario de carros de segunda mano. En 2002 llegó la quiebra y liquidación definitiva, pero la labor a través de una pagina Web, y el eco que despertó en la prensa, sensibilizaron al ejercito brasileño y fue posible recuperar de una desaparición segura los prototipos del Osório, y ser llevados al 2º Regimiento de carros de combate de Pirassununga, garantizando de esta forma su preservación en estado operacional, para disfrute de generaciones futuras y como muestra de la capacidad tecnológica brasileña.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Ejemplar recuperado y expuesto en el RCC, nº 2
En un principio, el desarrollo de este vehículo estuvo a cargo de ENGESA, empresa privada formada en 1963 y encargada de reformar y mantener la flota de vehículos de la IIGM con los que contaba el EB en ese momento. Hasta entonces, reparaba y desarrollaba vehículos de apoyo nuevos y de bajo coste operativo, función que desempeñaba muy bién, con resultados brillantes como el Urutú y el Cascabel. Pero el desarrollo de un MBT completamente nuevo es algo totalmente diferente, algo que ENGESA aprendió con el costo de su propia vida. Para el desarrollo de un nuevo MBT, esta empresa contaba con el apoyo tecnológico de la firma alemana Thyessen-Henschel, la encargada de producir la serie Leopard. Pero por su parte, el gobierno alemán canceló el proyecto, prohibiendo la venta de tecnología y apoyo técnico al Brasil, dejándo a este país sólo al frente del desarrollo del proyecto; desición fatal, puesto que el desarrollo del carro sin la ayuda tecnológica alemana llevó a la empresa brasileña al precipicio de la bancarrota.
El Ejército del Brasil propuso ciertos parámetros a ENGESA, la industria encargada del desarrollo del Blindado, para que la adquisición sea viable para Brasil. Los parámetros impuestos por el Ejercito brasileño del nuevo tanque eran que no debía pasar de mas de 36 toneladas. Este tanque era técnicamente imposible de diseñar y su peso estaba por debajo de lo que se consideraba un tanque de primera línea. A manera de ejemplo, recordemos que un T-72 pesa 44.5 toneladas y un Challenger unas 62 toneladas. Otra limitación fue que no debía de medir mas de 3.20 metros de ancho. Esta restricion era para acomodar las limitaciones de las estructuras de ferrocarril para transportar el tanque por tren a través del Brasil. Diseñar un tanque de esas dimensiones era un verdadero problema para ENGESA, pero de todas maneras se pusieron manos a la obra. El modelo final pesó 42ton., harto más que lo pedido.
*Esta versión contó finalmente con un cañon de 120mm GIAT francés (aparte del de 105mm original que no se implementó por razones de potencia).
...además de las acostumbradas ametralladoras 7,62mm y 12,7mm.
*El sistema computarizado de tiro, hecho por "Marconi Commmand and Control Systems" usaba 2 telémetros láser, uno para el comandante y otro para el artillero. Además, el tanque contaba con un periscopio SFIM y otro Phillips/TRT de imágen térmica, y con los correspondientes estabilizadores de control de tiro.
*En cuanto a motor, ENGESA había considerado un motor MTU, pero resulto de costos operativos muy caros, y se conformó con un MWM 1,000hp diesel TBD 234 con turbocargadores diesel. Además, contaba con suspensión hidroneumática similar a la del Challenger.
*Su armadura estaba compuesta por una combinación de placas de acero/aluminio con filtros de carbón y cerámicas, lo que le daba una protección completa contra todos los proyectiles HEAT de la época, no así contra los APDSFS o APDS ("munición flecha".
Finalmente, el desarrollo del proyecto había mirado en todo momento a la venta del vehículo a Arabia Saudita e Irak, pero con el término de la guerra Irak/Iran, y la venta de EEUU del carro Abrams a Arabia Saudita a finales de los 80, desaparecieron los objetivos de venta del tanque. No había un mercado viable para el Blindado. Sin ningún otro comprador inmediato, y con un costo del desarrollo del programa de 100 Millones de Dólares, ENGESA no pudo soportar mantenerse en el mercado mundial y deapareció de éste, declarandose en quiebra. La empresa fue vendida por partes a privados, confiscando el Estado Brasileño la división de investigación y manufactura de repuestos de la empresa. El proyecto "Osorio" ya no existe. Al no haber una empresa brasileña capaz de maufacturar enteramente un tanque, es imposible que éste proyecto salga a la luz. Los costos son demasiado altos, al tener que montar una empresa nueva y emprender la producción de un tanque que no es seguro que alguien comprará. El proyecto fué desechado y relegado a la noche del olvido, para siempre.
Brasil aún manufactura partes y repuestos para los EE-11 Urutu y Cascabel que abundan en el Medio Oriente y en Sudamérica, pero la industria brasileña de guerra terrestre es la sombra de lo que fué hace 20 años, cuando fué capaz de desarrollar un MBT sola y sin ayuda. Tristemente, eso es lo que pasa por una mala planificación y política macroeconómica deficiente. Y no tengo dudas al respecto que, si la empresa manufacturera del TAM sigue sin compradores, seguirá el mismo camino que ENGESA: el remate público y el olvido perpetuo.
Pais: Brasil Tipo: Carro de Combate Principal Motor: un MWM International Modelo TBD 234, de 12 cilindros y 1000 HP de potencia. Peso:43,7 Tn.
Dimensiones: longitud total 10,1 m; anchura 3,2 m; altura 2,8 m. Blindaje: Compuesto N/D
Prestaciones: velocidad max. en carretera 70 km/h; autonomia 500 km; paso de trinchera 3,0 m.; vadeo 1,2 m.
Armamento: un cañón de 105, o 120 mm.; una ametralladora de 12,7 mm., dos ametralladoras de 7,62 mm.
Tripulacion: 4
Historial:
El carro de combate principal Osorio fue un desarrollo de la compañía brasileña Engesa, famosa por sus excelentes modelos de VAPs y vehículos de exploración. Con el desarrollo de este carro, a finales de los años ´70 y principios de los ´80, la campañía buscó por un lado cubrir un requisito del Ejército de Arabia Saudita en cuanto a un nuevo modelo de MBT, capaz de sustituir a los AMX-30; y por otro lado, con esta posible compra saudí catapultar al Osorio en el mercado internacional, preferentemente a los países que no formaban parte de la OTAN, o del pacto de Varsovia, preferentemente los del Medio Oriente (concretamente se interesaron Arabia Saudita, Irak e Irán). El carro también atrajo el interés del Exercito Brasileiro, que, aunque no buscaba un nuevo MBT, reconocía las bondades del diseño del Osorio. Se trató de desarrollar un modelo que fuera a la vez barato de fabricar y mantener, sin dejar de lado los adelantos tecnológicos. El carro en sí tiene una configuración convencional, con una protección buena, a pesar de su peso ligero, fruto de su blindaje compuesto. El arma principal era un cañón británico de 105 mm., o uno francés de 120 mm., en una torre diseñada por la Vickers. El Osorio poseía los más modernos sistemas de visión, puntería, y comunicación, posicionándose como el Carro de Combate más avanzado producido hasta ahora en América del Sur. El motor era un modelo alemán, nunca instalado en blindados, pero que dio un buen resultado en als pruebas. En las pruebas realizadas, el Osorio se reveló como un muy buen diseño, con una muy buena combinación de potencia de fuego/puntería y movilidad, y a un costo mucho menor que sus competidores. Lamentablemente la Guerra del Golfo y el lobby norteamericano hicieron que Arabia Saudita se decantara por el M-1, cancelando una compra que ya se daba como un hecho, y que Irak retirara su interés, lo que, sumado a los escasos fondos del Exercito Brasileiro para adoptarlo, significó un gran golpe a las finanzas de Engesa, que entró en bancarrota poco después, cancelándose totalmente el proyecto.
[b]Tambien España, contó con el M 41, como primer carro decente, pero la industria nacional ( Pegaso-Enasa) tiró mas por el camino de BMR, que por las cadenas, se mejoraron muchos modelos, pero nada de un Made in Spein, desde el Verdeja
Como nó TRIO que buen articulo gracias
[b]Rectifico, lo de la pareja,
Última edición por Cabronet el Jue Mayo 27, 2010 1:57 pm, editado 1 vez
Patról150 Administrador del Foro
Tema: Re: EE-T1 Osorio Jue Mayo 27, 2010 1:53 pm
Pareja no , Trio!!!!!
Cabronet El Puto Amo
Tema: Re: EE-T1 Osorio Jue Mayo 27, 2010 2:02 pm
[b]Es que me faltan manos hoy, quise decir trio........TRIO
Patról150 Administrador del Foro
Tema: Re: EE-T1 Osorio Sáb Sep 25, 2010 2:01 pm
En 1982, Engesa se propone a expandir sus diseños al mercado de producción de tanques pesado. Para ese año, se desarrolla el concepto de un nuevo tanque ligero de batalla en Brasil, el MB-3 Tamoyo. La oportunidad para lanzarse a la fabricación de un tanque llega cuando Arabia Saudita comienza a hacer planes para adquirir un nuevo tanque pesado de batalla para remplazar los tanques franceses AMX-30. En un principio, el gobierno saudita estaba interesado en el tanque alemán Leopardo 2, este ya había comenzado a producirse para mediados de la década de 1980. Sin embargo, el gobierno alemán tenía prohibido vender armamentos a países que no fuesen miembros de la OTAN. Esta decisión deja el campo libre a Engesa para desarrollar una propuesta al reino Saudita.
Engesa en un principio hace contacto con la compañía alemana que diseña el Leopardo, Tyssen-Henschel, pero el gobierno alemán interviene y prohíbe la transferencia de tecnología al Brasil. Ante la negación del gobierno alemán, la empresa Engesa decide en hacer el proyecto por entero, decisión que mas adelante resulto desastrosa económicamente para Engesa.
Los parámetros impuestos por el Ejército brasileño para la construcción del nuevo tanque estaban basados básicamente en la logística y movilidad requerida del vehículo en Brasil. El tanque no debía pesar más de 36 toneladas, ser ágil y tener poder de fuego. Para Engesa el tanque era prácticamente imposible de diseñar y el peso requerido estaba por debajo del peso para ser considerado como un tanque de primera línea. El tanque ruso T-72 era el tanque de primera línea con menor pesaba, 44.5 toneladas; mientras que el británico Challenger era el tanque mas pesado en esa época con un total de 62 toneladas. Estos dos tanques representaban los extremos de la escala de peso para desarrollar un tanque de batalla de primera línea. Otras de las dificultades era la imposición de un ancho de 3.20 metros requerido por el Ejército brasileño. Esta restricción era la misma impuesta para el vehículo Tamoyo en el sistema de ferrocarril del país. Sin embargo, los ingenieros de Engesa abandona la restricción del peso y llegan a la conclusión de desarrollar un tanque de por lo menos de 42 toneladas de peso y adoptan el ancho de 3.20 metros requerido por el Ejercito. El tanque fue desarrollado para dos tipos de torreta: la versión brasileña y de exportación estaría armada con un cañón largo de boca ancha de 105mm y la versión Saudita armada con un cañón largo de boca ancha de 120mm. Se le asigna el nombre de EE-T1 Osorio; pero la versión Saudita sin embargo fue llamada EE-T2 Osorio.
Engesa desarrolla el primer prototipo del chasis en un año y se le instala una torreta producida por la compañía inglesa Vickers Defense Systems con la adaptación de un cañón L5 ingles de 105mm NATO con 45 proyectiles abordo. También los ingenieros hacen todos los cálculos para en un futuro adaptar el cañón alemán de 120mm L/44 Rheinmetall. La selección del cañón L5 fue una decisión bastante acertada porque muchos de los tanques en los ejércitos del mundo usan ese cañón, y tiene un costo bastante razonable y sus municiones son abundantes.
La segunda torreta fue desarrollada para la futura venta del tanque al Ejército de Arabia Saudita. La tortea diseñada por Vickers se le instala el cañón francés GIAT G1 de 120mm y llevaba unos 40 proyectiles abordo. Este cañón era el único de semejante calibre disponible en eso momentos y que podía ser montado en un tanque de 42 toneladas.
Ambas torretas poseían una ametralladora de 7.62mm NATO al lado del cañón principal, una ametralladora pesada MH2 de calibre .50 y otra de 7.62mm NATO en la cubierta principal de la torreta. Los proyectiles del L5 incluían APDS, APDSFS, HEAT, HESH y Humo. Los del GIAT francés incluían municiones de proyectiles tipo: APDSFS-T Y HEAT-MP. Todas las municiones de ambos cañones serian producidas bajo licencia por Engesa en Brasil.
El control del tiro del cañón era completamente computarizado usando un periscopio belga tipo LRS-5DNLC con telemetría láser y el comandante del vehículo usaba un periscopio tipo LRS-5DN. El control de disparo era completamente estabilizado al chasis permitiendo disparar el cañón a alta velocidades al igual que el Leopardo 2 alemán, el Abrams norteamericano y el Challenger ingles.
El tanque estaba completamente protegido para combatir en un ambiente nuclear, biológico o químico, y sistema de ambientación de la tripulación le permitía operar el vehículo en cualquier clima en el mundo. El blindaje era compuesto fabricado en una combinación de aluminio/acero y fibra de carbón protegido por cerámica laminada. El blindaje según Engesa, era inmune contra municiones de HEAT (Alto explosivo anti-tanque) usadas por los misiles anti-blindados existentes en ese tiempo. El Osorio se caracterizaba principalmente por su movilidad y su poder de fuego que sobrepasaba a muchos de los tanques en servicio de igual peso y categoría existente en el mundo. Sin embargo, el jugoso contracto de 318 tanques para Arabia Saudita que Engesa pretendía adquirir se fue al olvido cuando el gobierno Saudita elige el tanque norteamericano General Motors M1Abrams. Sin duda los norteamericanos ejercieron ahí su poder "diplomático" con el reino Saudita.
El Osorio no solamente fue una inversión mala, sino que su desarrollo termina la industria de blindados en Brasil. Para 1986, Engesa había gastado mas de 100 millones de dólares en el desarrollo del tanque, y fue imposible encontrar un comprador en el mercado internacional, bien a pesar que este tanque contenía los últimos adelantos de sistemas computarizados y de armamentos de la época. Irak se intereso en el mismo para sustituir todos los anticuados tanques rusos, pero abruptamente la guerra de Golfo Pérsico de 1991 termino toda la esperanza de venta del tanque. Engesa también intento de competir con General Motors en proveer una versión mejorada de este tanque a Arabia Saudita durante y después de la guerra con Irak en 1991, pero relaciones existentes entre Arabia Saudita y Estados Unidos impidieron nuevamente la venta.
Durante la década de 1990, después de la desintegración de Engesa, el gobierno brasileño decide comprar tanques Leopardos 1A1BE que pertenecían al Ejercito Belga. Unos 87 tanques son convertidos en la versión brasileña Leopardo 1A1BZ. También se adquieren en Bélgica algunas versiones de entrenamiento de chofer y 4 tanques de remolque HART basado en el Leopardo 1. Estos últimos son modificados por la compañía brasileña Sabiex para acomodar los requerimientos del Ejercito del Brasil.
Para 2003, la industria de blindados del Brasil solo se limita en la producción de repuestos y piezas requeridos por el Ejercito brasileño y ejércitos extranjeros para mantener las unidades existentes que fueron construidas por Engesa y otros durante 1970 a 1990.
Recursos usados:
- Jane's Fighting Vehicles 2000, 1980, 1985 - Armas de Guerra do Brasil, Editora Nova Cultural Ltd. Sao Paulo, Brasilm 1989 - MBT Osorio por Reginaldo da Silva Bacchi -Articulo PRODUTOS "MADE IN BRAZIL" AS EXPORTAÇÕES DA ENGESA E SEUS REFLEXOS NA ATUALIDADE por Carlos Stephani Bastos, publicado en Defesanet el 11 de marzo de 2003. - Gracias a Christian Villada de saorbats.com por ceder una de las fotos de su portal