La experiencia había demostrado que los bancos coralinos de los atolones del Pacífico, situados en los bajos fondos, obligaban a las tropas que iban en los medios de desembarco convencionales a introducirse en el agua estando aún muy lejos de las playas y a merced del fuego enemigo. Para vencer este obstáculo, se decidió emplear los LVT, o Landing Vehicle Tracked o en español, Vehículos Orugas de Desembarco, para llevar a las primeras oleadas.
La idea no era nueva en Norteamérica, la familia de vehículos blindados de desembarco (LTV o Landing Vehicle Tracked) norteamericanos había nacido de una iniciativa civil en los años 30 para un vehículo que pudiera usarse en situaciones como inundaciones, rescate en pantanos, etc.
El concepto era sencillo, una especie de bote o tina de baño grande, con un motor de potencia suficiente para proveer energía para mover dos “orugas” con paletas, que permitieran tracción en tierra y proveyeran impulso en el agua.
Básicamente eran una mezcla entre lancha de desembarco y transporte blindado. Sus requerimientos básicos eran que pudiera ser navegable, no siempre en aguas tranquilas, y que a su vez pudiera proteger al personal embarcado, bajo el fuego de armas pequeñas y metralla una vez en tierra.
Tal como indicamos, los primeros tractores anfibios, tuvieron sus orígenes en la década de los años 30, siendo su diseñador, el ingeniero estadounidense Donald Roebling, y cuyo objetivo era el disponer de un vehículo capaz de poder desplazarse por las zonas pantanosas de Florida y ser utilizado como se ha dicho antes en rescates de víctimas tras huracanes.
Roebling en conjunto con la FMC (Food Machinery Company), una fabrica dedicada a envasar jugo de naranjas, construyeron los primeros prototipos.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Prototipo de un LVT de la FMC terminado en 1935, ya en aquella época apodado “Alligator”.
Este tipo de vehículos de desembarco, era una necesidad para el Cuerpo de Marines, para poder llevar a los hombres hasta las playas y después poder continuar con los mismos en tierra firme, para así alcanzar sus objetivos.
Esta razón, hizo que el Cuerpo de Marines se interesara por estos prototipos, pero a Roebling no le interesaba que su invento se usara para usos militares.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Segundo modelo del “Alligator”, terminado en 1937, el modelo que tanto atrajo al USMC.
Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, las cosas dieron un giro en 180°, y Robling cambió de opinión y cedió la patente al gobierno de los Estados Unidos negándose a cobrar cualquier derecho por la misma, asociándose la FMC con la United Defense.
Los militares se referían a estos vehículos como Amtrac (amphibious track - orugas anfibios), pero el nombre oficial de estos modelos era LVT.
De esta forma, se llego a la construcción del primer prototipo para uso militar, el LVT-1, apodado “Alligator”.
La principal diferencias con el modelo civil es que se suprimió el casco de aluminio (resistente a la corrosión) por otro de acero dulce (perdida de prestaciones por el incremento de peso, aumento de la corrosión por el agua de mar y casi despreciables como blindaje). El motivo de esta decisión es que el aluminio era (y es) muy caro y en aquellos tiempos de pre-guerra en Estados Unidos, la industria aeronáutica acaparaba casi todo el aluminio que producía el país.
Su velocidad podía llegar a 25 km./hr. en tierra y a 10 km./hr. en el agua.
La prueba de fuego de estos vehículos, fue en 1942 en Guadalcanal, pero solo fueron utilizados como transportes de carga.
De esta forma, el diseño de la FMC, el LVT-1, conseguía generalmente, superar las barreras de coral ante las que las tradicionales embarcaciones de desembarco Higgins que se embarrancaban sin remedio. Pero del mismo modo fueron presas de las armas de defensa japonesas de las, los que hicieron buen recaudo de ellos.
En Bougainville se intentó, a modo de prueba, un pequeño asalto anfibio con los LVT-1, pero los resultados no fueron buenos, casi un desastre.
Su armamento generalmente constaba de una ametralladora de 7,65 mm., pero a veces estaba compuesto por una ametralladora de 12,7 mm., aspecto bastante variable, según las necesidades.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Algunos LVT-1 navegando hacia Guadalcanal, en 1942.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] El LVT-1 entró en servicio en las Islas Salomon en Guadalcanal, en 1942, y más tarde en Bougainville y Rendova en 1943. En esta foto se ve un LVT-1 en la campaña de Bougainville, usado principalmente en un rol de abastecimiento.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Algunos LVT-1, como el mostrado en esta lámina, se usaron en la operación “Torch”, en Marruecos, en diciembre de 1942.
A pesar de que tuvieron un desafortunado comienzo en asaltos anfibios, por sus elevadas pérdidas, se pudo considerar un éxito el uso de este tipo de vehículos en el rol de transporte logístico en Guadalcanal en 1942, y con el LVT-1, se había probado. [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] El primer uso, más generalizado, de los LVTs en un rol de asalto anfibio tuvo lugar en Tarawa en noviembre de 1943. En esta foto se puede ver unos de los pocos LVT-1 sobrevivientes en esa época, en Betio en Playa Roja. Obsérvese el blindaje adicional en la cabina. [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Esta lámina nos muestra un LVT-1 en Tarawa en noviembre de 1943. Para las acciones de asalto directo a estos vehículos se les tuvo que colocar un blindaje adicional en la cabina, como muestra la imagen. La otra particularidad es que a algunos de estos vehículos se les aumentó la capacidad de combate dotándolos de ametralladoras de 12,7 mm.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Uno de los LVT-1 dañados en el ataque a Betio, en noviembre de 1943. Esta unidad es una de las que se les aumentó la capacidad de fuego con ametralladoras de 12,7 en reemplazo de las de 7,65 como era lo más normal.
El LVT-1 había sido concebido como un vehículo de suministros a los desembarcos. No se pretendía que entrara en combate ni que participara en las oleadas de desembarco. En este cometido se utilizó en Guadalcanal y en Marruecos. Se construyeron 1.225 unidades del LVT-1. Sin embargo, mucho antes de la entrada de Estados Unidos en la guerra los militares detectaron una serie de cosas mejorables en el LTV-1, lo que unido al hecho de la necesidad de transporte de soldados, llevó al desarrollo de una versión mejor blindada y capaz de devolver el fuego con sus ametralladoras de 12,7 mm., el LVT-2, que se estrenó en Betio y Tarawa.
Tema: Re: LVT-1 Alligator Sáb Nov 13, 2010 2:28 pm
A lo largo de la historia, el desembarco de unidades militares en playas ha sido una constante, pero no es hasta la época moderna en la que ese desembarco se hace con grandes formaciones y en gran número frente a fuerzas hostiles a la espera. Esta circunstancia, natural- mente, conllevó el desarrollo de nuevas tácticas y el desarrollo de nuevos vehículos.
Cuando pensamos en desembarco anfibios solemos recurrir a las imágenes (impresionantes) del desembarco de Normandía. Y eso nos trae a la cabeza las grandes barcazas donde 24 hombres se acercan a la playa, como cae el portón y los hombres salen corriendo bajo un intenso fuego de ametralladoras. En realidad, aunque la imagen no es incorrecta, los vehículos de los que trata este artículo son de otro tipo. Podemos decir que son una especie de concepto diferente a las lanchas de desembarco. Los LVT (siglas de Landing Vehicle Tracked, vehículo de desembarco con orugas) son un concepto diferente a las lanchas de desembarco. Estas llevan a los soldados a la playa y los dejan allí; los LVT además de llevarlos los acompañan como vehículos en la propia arena. Uno puede pensar que el concepto supera al de las lanchas de desembarco y que construir éstas fue un grave error, pero los LVT tenían algunas pegas que impidieron que se impusieran como vehículos de desembarco. Eran muy caros (comparativamente hablando con las lanchas), tenían una vida operativa muy corta debido a como afectaba el agua de mar a las orugas y las transmisiones (entre 100 y 600 horas de uso) y tenían un blindaje muy escaso (exigencias de la flotabilidad y de la velocidad en el agua).
Curiosamente, el primer LTV como tal fue concebido como un vehículo civil diseñado para las operaciones de salvamento en los pantanos de Florida y diseñado por Roebling (nieto del diseñador del famoso puente de Brooklin). Un artículo en la revista Life en 1937 sobre este vehículo hizo que el ejército, concretamente los Marines, lo descubrieran y solicitaran varios modelos para su estudio operativo. Los modelos que les pasó la Roebling Company tenían alguna innovaciones curiosas, principalmente el diseño de las orugas que en forma de palas daban tracción tanto en el agua como en tierra y que eliminaban las tracciones duales de otros vehículos semiorugas.
Los militares se referían a estos vehículos como amtrac (amphibious track - orugas anfibios), pero el nombre oficial era LVT.
No eran buenos tiempos para el ejército estadounidenses con los recortes presupuestarios, pero en cuanto estos se ampliaron, los marines contaron con sus primeros LVT-1 Aligator. La principal diferencias con el modelo civil es que se suprimió el casco de aluminio (resistente a la corrosión) por otro de acero dulce (perdida de prestaciones por el incremento de peso, aumento de la corrosión por el agua de mar y casi despreciables como blindaje). El motivo de esta decisión es que el aluminio era (y es) muy caro y en aquellos tiempos de preguerra en Estados Unidos, la industria aeronáutica acaparaba casi todo el aluminio que producía el país.
El LVT-1 fue concebido como un vehículo de suministros a los desembarcos. No se pretendía que entrara en combate ni que participara en las oleadas de desembarco. En este cometido se utilizó en Guadalcanal y en Marruecos. Sin embargo, mucho antes de la entrada de Estados Unidos en la guerra los militares detectaron una serie de cosas mejorables en el LTV-1 e iniciaron el diseño y fabricación del LTV-2 Walter Buffalo. La principal diferencia es un aumento de sus horas operativas (de 200 a 600, aunque las orugas no pasaban de 150 y debían ser reemplazadas transcurrido ese tiempo).
El desembarco de Betio (en Tarawa en 1943) demostró que los LVT podían ser la única forma de superar las barreras de corales sin importar la marea y alcanzar la playa. Aunque muchos se perdieron en la batalla debido a su casi nula capacidad de combate, demostraron que los amtrack podían concebirse como vehículos de apoyo a la infantería y no sólo como vehículos de infantería.
Antes de la experiencia práctica de tarawa, el ejército ya estaba diseñando un vehículo de apoyo: el LVT(A)-1 y el LVT(A)-2. Simplificando podía decirse que era un LVT al que se le había añadido blindaje y una torreta de un M5A1 (algo más grande hubiera hundido el vehículo). Estaban concebidos como vehículos de apoyo y habían perdido sus capacidades de transporte. Para diferenciarlos de sus predecesores, los militares los llamaban amtank (Amphibious Tank). Su estreno como vehículos de combate en gran escala fue durante las operaciones en las Marshall y allí desarrollaron una interesante táctica. Como el blindaje no era comparable al de un carro terrestre y no podía ganar en un duelo artillero, los amtank permanecían en el agua, tocando el suelo para tener mayor movilidad, pero sin asomar el casco, sólo la torreta. De esta forma minimizaban los impactos enemigos en el casco (reduce a la mitad el daño de cualquier impacto en una localización sumergida). A escasos metros de la arena, daban apoyo a las tropas y lanchas de desembarco.
La batalla de las islas Marshall enseñó a los estadounidenses otra lección. Si bien el cañón de 37 mm de los amtank que participaron en esa batalla era suficiente para enfrentarse a cualquier carro japonés, no pasaba lo mismo con las fortificaciones y casamatas (mucho más habituales que los tanques) donde el 37 mm era completamente ineficaz. Así, el ejército solicitó un LTV con mayor capacidad HE. De esta petición nació el LTV(A)-4, un LTV-1 con la torreta de un M8 con un obús de 75 mm. Pero el tamaño de esta torreta hizo aumentar las estructura del vehículo y suprimir las dos ametralladoras laterales que, hasta ese momento, habían llevado. La falta de ametralladoras fue uno de los mayores defectos de los LTV(A)-4. Tan sólo llevaban un ametralladora pesada e un montaje de anillo que dejaba muy expuesto al tirador. Algo inconveniente en las confusas luchas cuerpo a cuerpo de las selvas del Pacífico.
Los amtrack y amtank participaron en casi todas las operaciones del Pacífico. Sin embargo, su presencia en el frente europeo fue mucho menos trascendente (por ejemplo, no los usaron en Normandía). Los británicos, siempre atentos a estas innovaciones yanquis, adquirieron varios que los usaron en Italia (junto con unidades estadounidenses) en el cruce del Po. También los pusieron en manos de la 79ª División Acorazada que los utilizaron en los combates del Estuario del Escalda (Amberes). Cualquier diseñador de juegos sobre la Segunda Guerra Mundial tiene un miedo reverencial a la 79ª División ya que se dedicaban a coger todos los vehículos que les dejaban y añadirles variopintos cachivaches (palas de bulldozer, dispositivos antiminas, para cruce de puentes, etc.). Los LTV no fueron la excepción, pero, sin duda, merecen un artículo propio en siguientes números de la revista. El objeto de este artículo era introducir los vehículos anfibios estadounidenses en las partidas de Comandos de Guerra. Esperamos haberlo conseguido.